viernes, 14 de noviembre de 2014

NOTICIAS B.R.E.A. : ESCOLOPENDRA


Fuente: Diario Notitarde, viernes 14 de noviembre 2014


Anaco, noviembre 13 (Diario El Tiempo).- Un niño de 4 años de edad murió la tarde de este miércoles después de ser picado por una rara especie de ciempiés gigante, en una zona rural de la parroquia San Joaquín, municipio Anaco del estado Anzoátegui.

La madre del pequeño esperaba los restos de su hijo en las afueras de la morgue del hospital Luis Alberto Rojas de Cantaura. Visiblemente afectada relató que el menor estaba a cargo de su papá y vivía con sus dos hermanitos de 6 y 7 años.

La progenitora de 27 años contó que el padre de los tres niños es propietario de un vivero ubicado en la calle Bolívar de la parroquia antes mencionada.

Al parecer, el infante se encontraba en compañía de su papá, quien recogía abono para ser empaquetado y vendido al público. Mientras estaba en esa tarea, cerca del pequeño había una lata de refresco abierta y en el interior estaba una Escolopendra, una especie de ciempiés gigante de enormes ganchos en las patas.

Presuntamente el niño intentó beber del envase cuando fue atacado en cuestión de segundos por el agresivo insecto.

Inmediatamente fue trasladado al ambulatorio rural de la parroquia, donde recibió los primeros auxilios por parte del médico del pueblo. Básicamente, aplicación de suero vía endovenosa para ayudar a la eliminación de la toxina o veneno del animal, del cual se pensó inicialmente que era un tipo de alacrán.

Los familiares mataron el espécimen y lo llevaron también con la esperanza de que eso ayudaría en el suministro del tratamiento. Pero la condición del infante empeoró muy rápidamente y tuvo que ser trasladado al Hospital Luis Alberto Rojas de Cantaura, donde falleció a los pocos minutos de su ingreso.

Tanto la familia del pequeño como el personal del ambulatorio de San Joaquín y del hospital quedaron impactados por el terrible desenlace. Nadie nunca se había imaginado, ni en sus peores pesadillas, que ese bicho tan raro hubiera resultado mortal.

En el sitio el equipo de El Tiempo logró tomarle una foto al insecto. Estaba partido en tres, pues el padre con el desespero intentó varias veces darle muerte al animal, que tiene un caparazón duro. 

Esta gráfica permitió a dos especialistas de la Escuela de Ciencias de la Salud de la UDO, núcleo de Anzoátegui, corroborar que se trataba de una Escolopendra (su nombre científico es Scolopendra gigantea), un tipo de ciempiés gigante.

Tanto el doctor Leonardo De Sousa como el Dr. Stefano Bónoli, ambos investigadores del Centro de Investigaciones Tecnológicas de Oriente (Cito) y quienes llevan tres décadas estudiando y publicando trabajos científicos sobre venenos de escorpiones, avispas, hormigas, culebras y otros animales, dentro y fuera del país, aseguraron que nunca antes se había reportado la muerte de una persona por Escolopendra en Venezuela.

Agregó que estos bichos no son fáciles de observar, pues son huidizos y rápidos. Refirió que estos ciempiés gigantes prefieren los sitios húmedos y calientes (como la tierra o el abono).






sábado, 1 de noviembre de 2014

ECOLOGÍA: IMPORTANCIA DE LAS SERPIENTES



Fuente: Relatos de la naturaleza.com  / importancia de las serpientes

Texto: Biólogo Oscar S. Aranda Mena

“No existe otro animal en el mundo que cargue con tanto odio y desprecio como el que sufren las víboras, culebras y serpientes. Perseguidas desde los mismos orígenes del ser humano, son el “chivo expiatorio” de las fobias de la humanidad, y a través de la historia han pagado por todos nuestros miedos infundados, a pesar de que muchas de las culturas ancestrales más importantes de la historia humana veían en las serpientes cualidades tan admirables que las adoraban, respetaban y las representaban como a sus dioses. Para los egipcios representaban al dios del delta del Río Nilo, mientras que para los aztecas y otros pueblos de habla Náhuatl era Quetzalcóatl, la serpiente emplumada que representaba su máxima deidad, y conocido por los Mayas como Kukulkán, el dios creador del universo. 

Ese legado de nuestros ancestros ha quedado en el olvido, pues parece que el ser humano se deja guiar más por los aspectos negativos que por los positivos. La religión judeocristiana ha sido uno de los elementos que más ha influenciado nuestro desprecio hacia ellas por representar el mal, condenándolas a ser perseguidas y exterminadas como nuestro mayor enemigo. 

Sólo se han conservado algunas antiguas costumbres de adoración de las serpientes en algunos países asiáticos como la India.

¿Por qué no podemos vencer ese tabú de maldad y misterio que rodea a las serpientes?

Ciertamente son animales cuya forma, expresión y hábitos las hacen por así decirlo poco simpáticas, creando una reacción desfavorable desde el primer momento en que las vemos. Desafortunadamente para ellas, carecen de la simpatía de un cachorrito, o de la ternura de un oso panda. A mi madre le dan mucho miedo y cree que todas son venenosas, a mi hermana le causan asco y un amigo dice que le provocan “repelús”. 

Algunos pocos sienten admiración y asombro, y las pueden ver pero no soportan tocarlas, y sólo a unos cuantos les apasiona tanto que dedican su vida a conocer sus hábitos, sus hábitats y a comprenderlas como un elemento importante en la naturaleza.

¿Por qué son importantes?

Los ofidios (serpientes, víboras y culebras) son un elemento clave para el balance de los ecosistemas. No debemos olvidar que en México hay unas 320 especies, que forman parte de las más de 2,900 especies del mundo. Las hay desde el tamaño de una lombriz (que por cierto son ciegas y pasan la vida enterradas) hasta las que pueden llegar a medir más de 10 metros como la pitón o la anaconda. Las hay terrestres, acuáticas y marinas, y todas son carnívoras, alimentándose de gran variedad de animales como insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Muchos de los animales que componen su dieta tienen una reproducción rápida, por lo que la ausencia de ofidios provoca una sobrepoblación de éstos, rompiendo el equilibrio natural. Esto incluye animales considerados dañinos o peligrosos para la salud o para la agricultura, como los ratones, las ratas y algunos insectos como escarabajos, hormigas y termitas. Los ofidios, además son fuente importantísima de alimento para otras especies de ofidios, como ocurre con la mismísima víbora de Cascabel, que puede ser devorada por la llamada Serpiente Real, que es inmune a su veneno, así como también son alimento de muchas aves y mamíferos que ahora se encuentran en peligro de extinción, como las aves rapaces y algunos felinos.

¿Y qué hay de las serpientes venenosas?

En México existen 19 especies venenosas que pueden representar un peligro real para el ser humano, pero aun así, eliminarlas es una terrible y equivocada decisión que impacta gravemente a los ecosistemas. Es muy importante mencionar que la gran mayoría de las mordeduras de serpiente son debido a que la gente intentó capturarlas o matarlas, y a éstas no les quedó otra opción que defenderse. La mejor forma de prevenir su mordedura es tener “sentido común”, simplemente dejándolas solas y permitiéndoles que se retiren, cosa que harán inmediatamente, dada su naturaleza tímida y huidiza. Ninguna serpiente te “perseguirá” y mucho menos intentará utilizar el veneno que tanto necesita para cazar e inmovilizar a sus presas. Son animales que contrario a las creencias populares no tienen maldad, aunque siempre hay que tener claro que, de verse acorraladas, no dudarán en morderte, sean o no venenosas.

En mi opinión, creo que en lugar de sentirse intimidado por ellas o en lugar de “odiarlas”, hay que pensar un poco sobre su importancia para conservar el equilibrio de la naturaleza. 

Es muy sencillo aprender a diferenciar aquellas venenosas de las que son inofensivas, poniendo atención en la forma de su cabeza y algunos detalles como las fosas nasales. Mi madre alguna vez mató una serpiente por miedo a que fuera venenosa, que resultó ser una culebra de agua que yo había liberado secretamente el día anterior en el estanque. Mi culpa por no advertirle primero… aunque tampoco me lo hubiera permitido. Ahora, tras muchos años de esfuerzo y convencimiento, ella es capaz de atraparlas para luego liberarlas en el campo, aun cuando le causan sentimientos encontrados. Les teme pero las respeta.
Mi consejo es que cuando te encuentres a una serpiente, debes utilizar la mejor herramienta de la que todos disponemos, y no me refiero a un arma, ni un machete, ni mucho menos una gran roca. Hay que utilizar nuestro corazón y nuestra mente, usar nuestro sentido común y ser coherente, pues en tus manos está que éste magnífico -aunque incomprendido animal- pueda vivir. 

Recuerda que todos los animales, por más feos o repugnantes que nos parezcan, merecen ser respetados y protegidos.”

Biólogo Oscar S. Aranda Mena 



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