Boa constrictor
FORMAS DE CAZA DE LAS SERPIENTES (Constricción)
El abrazo letal de la serpiente es tan sumamente preciso que sólo
termina cuando el corazón de su víctima ha dejado de latir. Cuando una Boa
constrictor atrapa a su presa, la rodea con su cuerpo y oprime con todas sus
fuerzas hasta causarle la muerte.
Este abrazo
letal es la obra de un experimentado ejecutor, capaz de medir los latidos del
corazón de su víctima, según han descubierto un grupo de científicos
norteamericanos. En una operación de altísima precisión, el depredador percibe
cada señal vital y sabe exactamente
cuánto tiempo debe permanecer apretando hasta convertirlo en su comida.
«La
constricción es una actividad energéticamente costosa y potencialmente
peligrosa», explican los investigadores del Dickinson College en la Universidad Estatal de Pensilvania. «Por ese motivo, resulta
muy beneficioso para las serpientes saber con exactitud cuándo la presa se
encuentra incapacitada y ya no es capaz de
escapar». Las boas tienen la habilidad innata de variar el tiempo y el
esfuerzo de sus apretones según sus necesidades, pero la investigación,
publicada en Biology Letters, indica que incluso pueden aprender a hacerlo
mejor.
En la
naturaleza, una boa tiende a constreñir una rata durante varios minutos antes
de tragársela. En su experimento, los investigadores introdujeron falsos
corazones latentes en ratas muertas que aún estaban calientes y, una vez que
las boas atrapaban a sus víctimas, provocaban cambios en los corazones de
mentira de forma remota: hacían que dejara de latir después de diez minutos o
lo mantenían en marcha todo el tiempo.
Cuando el
corazón seguía funcionando, la boa mantenía la presión -controlada por
sensores- incluso después de los 20 minutos habituales, ajustando los músculos
de su cuerpo periódicamente antes de darse por vencida. Cuando la presa no
emitía latidos, la serpiente reducía sus esfuerzos a la mitad y dejaba de
apretar después de diez minutos. Si, en cambio, el corazón latía diez minutos
exactos, la boa constreñía durante un poco más de tiempo.
«Nuestro
estudio es el primero en demostrar que las serpientes utilizan el latido del
corazón de su presa como una señal para modular el esfuerzo de constricción y
para decidir cuándo soltarla», explican los investigadores.
Fuente: Ecuadorciencia.com 25/01/2012
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