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B.R.E.A. - BRIGADA DE RESCATE DE ENVENENAMIENTO ANIMAL - Registrada en la Oficina de Registro Civil del estado Carabobo, bajo el N° 41, Folios del 1 al 3. Protocolo Primero, Tomo 08 - Año 2006. e-mail: carlosescalonamartinez@hotmail.com Telf. (0241) 871-96-56 San Diego-estado Carabobo, Venezuela. Instagram: @breavenenos
Los diplópodos son una clase de miriápodos (grupo incluye a los artrópodos con el cuerpo dividido en cabeza y tronco, dotados de antenas, apéndices bucales y muchos pares de patas) que se caracterizan por tener dos pares de patas articuladas en la mayoría de sus segmentos corporales dobles.
La mayoría de los milpiés son de movimientos lentos que se alimentan de hojas en descomposición y otra materia vegetal muerta. Algunos comen hongos o chupan fluidos vegetales y una pequeña minoría son depredadores. Generalmente son inofensivos para los seres humanos, aunque algunos pueden convertirse en plagas domésticas o de jardín, especialmente en invernaderos, donde pueden causar daños importantes a las plántulas.
Además de utilizar la dureza de su cuerpo como defensa, muchas especies emiten varias secreciones líquidas mediante glándulas odoríferas o repugnatorias a través de orificios microscópicos llamados ozoporos situados a lo largo de sus cuerpos como una defensa secundaria. Estas secreciones están compuestas de sustancias químicas de naturaleza diversa, como alcaloides, benzoquinonas, fenoles, terpenos o cianuro de hidrógeno. Algunas de estas sustancias son cáusticas y pueden quemar el exoesqueleto de hormigas y otros insectos depredadores, así como la piel y los ojos de depredadores de mayor tamaño. Existen informes de que algunos primates como los monos capuchinos y los lémures los irritan intencionadamente y aprovechan estas secreciones de los milpiés frotándoselos por la piel para repeler los mosquitos. Algunos compuestos de estas secreciones defensivas también tienen propiedades antifúngicas (antihongos).
Toxicidad de los Milpiés
Los elementos químicos nocivos en la toxina del milpiés son:
Los milpiés no pican y sus secreciones defensivas son en su mayoría inofensivas para los seres humanos, ya que por lo general solo causan una leve decoloración en la piel, aunque las secreciones de algunas especies tropicales pueden causar:
-Dolor en el sitio de contacto
-Prurito (picazón)
-Eritema local (enrojecimiento)
-Edema (inflamación)
-Flictenas (ampollas)
-Eccema (dermatitis atópica) y ocasionalmente piel agrietada.
-La exposición de los ojos a estas secreciones causa irritación general y efectos potencialmente más graves como conjuntivitis y queratitis.
IMPORTANTE: ANTE CUALQUIER SIGNO DE ENVENENAMIENTO POR MILPIÉS ES RECOMENDABLE LLEVAR AL ACCIDENTADO A UN CENTRO DE SALUD. SE RECOMIENDA DENTRO DE LO POSIBLE LLEVAR LA ESPECIE PARA PODER SER IDENTIFICADA POR EL PERSONAL MÉDICO.
(EN LOS CURSOS B.R.E.A. SOBRE ENVENENAMIENTO ANIMAL SE HACE UNA DESCRIPCIÓN DETALLADA DEL TRATAMIENTO MÉDICO AMBULATORIO Y HOSPITALARIO EN CASO DE ACCIDENTES POR MILPIÉS)
Los milpiés suelen tener poco impacto en el bienestar económico o social humano, especialmente en comparación con los insectos, aunque localmente pueden ser una molestia o una plaga agrícola.
Algunos milpiés se consideran plagas domésticas, como Xenobolus carnifex que puede infestar algunos techos de paja en algunos páises, otras especies exhiben un comportamiento periódico de enjambre que puede tener como consecuencia invasiones de casas, daños en los cultivos o accidentes o retrasos en los trenes cuando las vías se vuelven resbaladizas con los restos aplastados de cientos de milipés. Algunas especies pueden causar daños significativos a las cosechas: Blaniulus guttulatus es una plaga conocida de la remolacha y otros cultivos.
El milpiés en la medicina
Los milpiés aparecen en el folclore y la medicina tradicional de diversas partes del mundo. En algunas partes de Brasil asocian su actividad con la llegada de las lluvias. En la cultura yoruba de Nigeria se usan en rituales del embarazo y comerciales y milpiés triturados se utilizan para tratar la fiebre y la convulsión en los niños. En Zambia, la pulpa aplastada de milpiés se utiliza para tratar heridas y los bafia de Camerún usan jugo de Spirostreptus para tratar el dolor de oído. En ciertas tribus de tibetanos bhotiya, el humo de la combustión de milpiés secos se utiliza para tratar hemorroides. Nativos de Malasia usan secreciones de milpiés como veneno en puntas de flechas. Una revista de medicina tradicional china publicó en 1981 que las secreciones de Spirobolus bungii inhiben la división de las células cancerosas humanas. El único registro del uso de milpiés como alimento por los seres humanos proviene de la etnia bobo de Burkina Faso, que consumen milpiés hervidos y secos con salsa de tomate.
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