El órgano de Jacobson,
también llamado vomeronasal está
situado entre el paladar y el cerebro, tras el hueso vómer, del que recibe su
nombre.
El órgano de Jacobson aparece de forma temprana
en la evolución, los Urodelos (anfibios
con cuatro patas y cola en su estado adulto)
presentan ya una cavidad nasal y en Anuros ya aparece
un esbozo del órgano tras el epitelio olfativo.
Urodelos
y Anuros, forman parte del grupo de los anfibios, por lo que
se confirma que la necesidad de reconocer sustancias en el aire, el olfato,
apareció durante la colonización del medio terrestre.
Los reptiles son los vertebrados
con el órgano vomeronasal más
desarrollado y los que menos desarrollado tienen el olfato. En las
serpientes este órgano está en su máxima expresión, llegando a ser el principal
receptor de moléculas en el aire de estos animales.
Las serpientes utilizan su lengua
bífida para captar moléculas del aire que introducen en el órgano
vomeronasal con la lengua.
Al contactar su lengua bífida con este órgano son capaces
de recibir información como si hay presas y dónde se encuentran.
Experimentos tapándole los
ojos a una serpiente y extirpándole la lengua han demostrado que si bien al
perder la lengua bífida captan peor las moléculas del aire, siguen recibiendo
información de su entorno por el órgano vomeronasal. Más aún a ciegas son
capaces de detectar una presa y saltar sobre ella con exactitud.
En los mamíferos acuáticos
el órgano vomeronasal ha perdido su funcionalidad, de igual modo se cree
que en el ser humano y en algunos simios tampoco cumple ninguna función. Por
otra parte existen pruebas de que este órgano no se atrofia en humanos, ni simios, en
cuyo caso su función todavía es desconocida. En el resto de vertebrados se le atribuye una
función olfativa muy concreta. La recepción de las feromonas propias de la propia especie.
Permitiendo reconocer a miembros
de la misma especie y diferenciar su sexo, aún sin verlos. De hecho, se
han realizado experimentos en
los que se ha extirpado el órgano de Jacobson a gatos. En ellos éstos eran
incapaces de diferenciar a los machos de las hembras de su propia especie e
intentaban montarlos a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario